EMBATES DE VIOLENCIA

Catacamas Olancho. Con suma preocupación, observamos los hechos violentos que con frecuencia arrecian las ciudades más importantes del país, sometido e impotente con los problemas de inseguridad.

Los medios de comunicación, cada instante informan sobre asesinatos, atentados y hallazgos macabros producto de ajustes de cuentas.

Sectores como Tegucigalpa y San Pedro Sula, han sido el epicentro del crimen organizado que se extiende cada día, ganado terreno, poder y quebrantando las leyes.

Nuestra región olanchana, otrora pacifica, ha tomado partido en esta ola de crímenes que ponen de correr a la sociedad, que se encuentra confusa por tanta oleada criminal y vengativa

Los últimos meses, en Olancho se han registrado diversos hechos sangrientos, dejando como saldo varias muertes y luto en familias, de diferentes estratos sociales.

Los Embates de Violencia recientes en Juticalpa, San Francisco de la Paz y Gualaco; se adhieren a la cadena sangrienta que cada vez cobra más víctimas, y la intervención policial aun no es efectiva.

Igual Catacamas ya forma parte de las ciudades violentas e invadidas por las mafias y el crimen organizado, que cada día se empoderan más de estas tierras y doblegan a los representantes de la ley.

Las autoridades reconocieron el martes anterior cadáver de José Desiderio Mejia, un empresario del transporte, asesinado en su propia casa, a media cuadra de la autoridad policial, otra víctima de este flagelo.

Instituciones como el Ministerio Público, Policía Preventiva, Dirección general de Investigación Criminal y Tribunales de justicia, deben responder ante las exigencias de la sociedad, pero no se ve su accionar todavía.

Antes de empeñarse en solucionar estos problemas dichas instituciones se llaman al silencio, creando dudas y malestar en la población honrada, que vive en completa zozobra, sin contar con las mínimas garantías personales.

Estos órganos encargados de velar por la seguridad se excusan en la falta de recursos logísticos y carencia de personal, ahora con la llegada de un nuevo ministro se espera que haya más eficiencia y que estas falencias se superen.

Ante los Embates de Violencia, es urgente que la presencia policial sea más efectiva, que haya seguridad jurídica, haciendo una exhaustiva depuración y selección de todos los entes que intervienen en la aplicación de la justicia.